Tres tristes tankas.

Sufre el poeta

contando sílabas

y muere el poema

de vana exactitud,

envuelto en porcelana.

***

El vino blanco

empañando la copa

de un llanto frío;

La marca de tus labios

riendo, del otro lado.

***

Tener la aurora

no por milagro sino

por descontado.

(Tener la arrogancia

de los calendarios).